Veamos como surge el
nombre de América por una confusión de un geógrafo alemán, Waldseemüller.
Dicho cosmógrafo leyó una obra de Americo Vespucio, un italiano afincado en
Sevilla y que había sido naturalizado español y nombrado Piloto Mayor de
Castilla por el Rey Fernando de Aragón. Vespucio era además amigo de Colón. Lo
había conocido cuando Vespucio, que era aprovisionador de buques, colaboró en la
preparación de los barcos que el Almirante empleó en su primer viaje.
Americo Vespucio editó un
libro llamado “La Letrera” donde daba cuentas de las nuevas tierras
descubiertas. Aunque sólo está medio comprobado que hiciera un viaje a ellas, se las
apañó para que pareciera que había hecho cinco. Desde su puesto de Piloto Mayor
de Castilla controlaba prácticamente todas las navegaciones en el Atlántico y
obtenía muchos datos que le permitían mostrarse como si él hubiera visto todo
lo que describía.
El cosmógrafo alemán
Waldseemüller, al leer el libro de Vespucio, sacó la conclusión equivocada de
que ese hombre había descubierto las nuevas tierras y como estaba preparando un
gran mapamundi donde mostrar todo lo conocido hasta el momento, dibujó allí las
islas de Caribe y algo de costa continental, que era todo lo que se conocía
entonces. Como no sabía como denominar ese territorio, le puso el nombre de América convencido de
que el descubridor era Americo Vespucio. No se había enterado de que había sido
Colón.
Cuando tuvo acceso a la carta publicada por Cristóbal Colón donde narraba las peripecias de su primer viaje a través del Atlántico, Waldseemüller se dio cuenta de su error y a partir de entonces comenzó a llamar Columbia a esas tierras.
El nombre de América no se
difundió inmediatamente. Lo normal es que la gente hablara del Nuevo Mundo. Las
autoridades españoles se empeñaron en llamarlo Indias Occidentales. Ese fue el motivo de que al final, pasados
unos años, cuando ya se tuvo conciencia de que aquello no era Asia sino que era
un nuevo continente, muchos editores de mapas comenzaron a difundir el nombre de América
que constaba en el mapamundi del alemán Waldseemüller.
Americo Vespucio fue
catalogado por algunos contemporáneos suyos y otros historiadores posteriores
como farsante y fabulador de viajes que no había realizado, en un afán de
llevarse parte de la gloria que correspondía a Colón.
Negligencia española:
Es verdad que todo parece
indicar que Vespucio se inventó viajes que nunca hizo y que leyendo su libro
podría pensarse que casi todo lo descubrió él pero aparte de eso cabe achacar a
las autoridades españolas el no haber denominado rápidamente a las tierras
descubiertas con el nombre del descubridor, Colón.
Hay que tener en cuenta
que Colòn era envidiado por muchos notables de España y que tenía un enemigo
muy poderoso, el Obispo Fonseca, que era el encargado de la Casa de Contratación
de Indias. Fonseca mantenía un pulso con Colón por controlar los viajes
ultramarinos. Según las Capitulaciones de Santa Fe, Colón era Almirante de
Castilla, Gobernador de Indias y Virrey. Exigía el control monopolístico de las
navegaciones atlánticas, lo que trataba de evitar Fonseca para ser él quien
tuviera esa potestad.
Vespucio vivía en Sevilla
en una buena casa (había hecho fortuna trabajando en la ciudad a las órdenes de
los Medici en negocios financieros y como armador de buques) que había alquilado
al Obispo Fonseca. O sea, que ambos tenían buena relación y probablemente un
objetivo común contra Colón.
¿Era o no era Asia?
Aunque Vespucio había
hecho amistad con Colón durante la
preparación del primer viaje del Almirante, cuando regresó Colón de su segundo
viaje, tuvo una disputa con Vespucio sobre las tierras descubiertas. El
Almirante le expuso que eran tierras asiáticas y Vespucio se lo negó, le dijo
que Asía tenía que estar mucho más lejos de allí.
En realidad, los dos
podían tener razón. Nadie había ido a
Asia por mar y había regresado para contarlo. Y lo que se sabía de Asia era lo
que había contado Marco Polo de su viaje por tierra. Y Japón no lo había visto,
había oído hablar de que estaba al este de China, en alta mar. Bien podría
haber sucedido que Japón estuviera muy alejado de China, incluso donde estaba
América. O bien podría haber sucedido que entre las islas del Caribe y China
estuviera plagado de otras islas, entre
ellas las del Japón.
Cristóbal Colón había
comprobado con sus propios ojos que aquellos habitantes que andaban desnudos y
en la edad de piedra no podían formar parte del sofisticado imperio chino que
había descrito Marco Polo. Lo que pensaba Colón es la segunda opción descrita
antes, que aquellas islas del Caribe eran las islas más periféricas del gran
imperio de Cipango (Japón). Islas aún no sometidas por aquél imperio que debía
estar próximo.
Vespucio el marrullero:
Colón siempre habló bien
de Americo Vespucio sin percatarse de que su supuesto amigo estaba recopilando
datos de los viajes ultramarinos para apuntarse navegaciones y descubrimientos
en su haber en detrimento de la gloria del Almirante.
El único viaje marino que
se da por bastante cierto lo habría realizado Americo Vespucio entre 1499 y
1500. Se supone que fue un encargo del Rey Fernando de Aragón para que hiciera
un informe sobre las tierras descubiertas. Pero muchos no se creen ni dicho
viaje.
Por ejemplo, el
norteamericano Ralph. W. Emerson, que investigó el tema en 1856 dijo que “América lleva el nombre de un ladrón,
Americo Vespucio, un vendedor de suministros navales de Sevilla, que embarcó en
1499 como segundo contramaestre en una expedición de Ojeda que finalmente fue
abortada. Se las apañó con mentiras para atribuirse muchos descubrimientos de
Colón y lograr que se bautizara al nuevo continente con su deshonesto nombre”.
El historiador de la época
De Las Casas, contemporáneo de Colón y de Vespucio escribió que “Vespucio trazó un plan premeditado para presentarse
al mundo como un gran descubridor en las Indias. Me maravillo de que Hernando
Colón, el hijo del Almirante, siendo persona de conocimientos y prudencia,
teniendo en su poder los mismos documentos de las supuestas navegaciones de
Americo como las tengo yo, no haya advertido el hurto y usurpación que ese hombre hizo a su padre”.
O sea, De Las Casas se
refiere a que Hernando, el hijo menor de Colón, escribió una biografía de su
padre el Almirante y no denuncia en ella las manipulaciones de Vespucio copiando
datos de los documentos de Colón. Es decir, que Hernando no se percató de que
los escritos de Vespucio eran un plagio.
CONCLUSIÓN:
Parece evidente que
Americo Vespucio era un astuto plagiador de documentos ajenos atribuyéndose
méritos que no eran suyos. Sin ser un navegante y sólo un conocedor teórico de
astronomía y sistemas de posicionamiento en alta mar de la época, logró ser
nombrado por el Rey Fernando El Católico como Piloto Mayor de Castilla. Y con
sus escritos sobre las nuevas tierras logró que muchos creyeran que las había
descubierto él, como le sucedió al cosmógrafo alemán que confundido puso por
primera vez la palabra América sobre un mapamundi.
Pero también fue el
empecinamiento de las autoridades españolas en seguir llamando Indias Occidentales
a las tierras descubiertas y no querer acaso concederle más honores a Colón lo
que impidió que el nuevo continente fuera nombrado como Columba, Columbia o
algo similar.
A falta de una
denominación oficial, algunos
elaboradores de cartas naúticas y mapamundis acabaron copiando aquél primer
mapa del alemán Waldseemüller y el nombre de América acabó teniendo éxito y se
quedó finalmente para la posteridad.
Visión global del mapamundi donde se plasma, a la izquierda, la nueva tierra descubierta y se denomina como América por un error del cartógrafo que no sabía que el descubridor había sido Colón.
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