Más o menos, el naufragio de la Santa María la haría quedar en la posición en que ese velero de la foto se ve. Posado en el fondo y escorado (inclinado) hacia un lado. El día de Navidad, el 25 de Diciembre de 1492, más de dos meses después de haber llegado a aguas del Caribe, Cristóbal Colón costeaba al norte de la Isla de la Española, en la zona que hoy pertenece a Haití. Era al anochecer y la nao Santa María colisionó su casco contra un fondo rocoso cerca de la costa haitiana.
En el libro "Oro y Lujuria en Fuerte Navidad" describo como sucedieron los hechos. Aquí diré que el casco del buque quedó encallado en la roca. La marea empezó a bajar y el barco perdió flotabilidad, escorando más hacia un lado e incrustándose más aún su madera contra el agresivo fondo. Las tablas del forro del costado del buque rompieron y el barco se inundó de agua.
Clavado contra la roca, con parte del casco astillado, quedó inútil para la navegación. Colón decidió recuperar todo lo posible de él. Sacaron a tierra todos los pertrechos, con la ayuda de los habitantes de una población taína amistosa que estaba en aquella zona y con cuyo cacique, Guacagaraní hizo mucha amistad Colón.
Después, retiraron de la nao toda la madera que pudieron arrancar del costado, cubierta y otras zonas. Y con esa madera, construyeron una pequeña fortificación o fuerte, que llamaron Fuerte Navidad por ese el día del naufragio. Y en ese fuerte fue donde Colón dejó a 39 hombres por no poder alojarles en el otro buque en ese momento tenía, la carabela La Niña.
La otra carabela, La Pinta, se había separado de la expedición días antes en un acto de traición de su capitán, Alonso Martín Pinzón, que había decidido por su cuenta explorar las islas y mercadear con los indígenas, desobedeciendo las órdenes del Almirante.
La nao Santa María era propiedad de Juan de la Cosa y había sido alquilada para el viaje. Juan de la Cosa iba a bordo con Colón, como piloto. Posteriormente pasaría a la fama como el autor de la primera carta naútica de las nuevas tierras que se conserva actualmente en el Museo Naval de Madrid. Ya regresado a España, los Reyes le abonaron a Juan de la Cosa el coste de haber perdido el buque.
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