Hallazgo de la nao Santa María de Colón-Enigmas de Colón
Otros enigmas de Colón
Este podría ser el verdadero rostro de Cristóbal Colón. Hecho por un copista sobre un pergamino que era copia de un documento que el navegante le había encargado.

Hay muchos cuadros de Colón pero todos fueron pintados después de su fallecimiento y son recreaciones de los pintores, basándose en las descripciones que cronistas de la época hicieron de su aspecto físico:

Para saber más, pulsar el enlace: ROSTRO DE COLÓN
Esta podria ser la primera isla visitada (pisada) por Cristóbal Colón. Aunque no hay certeza absoluta, por las descripciones que hace el Almirante en su Diario de a bordo, parece que es la que más encaja, dentro de las Islas de las Bahamas. 

En ella fue recibido por una tribu de indígenas taínos. Los taínos mostraron su temor a Colón desde el principio por la existencia de indios Caribes, que eran caníbales. Pero Colón minusvaloró esa amenaza.

Para saber más, pulsar en: PRIMERA ISLA VISITADA POR COLÓN

Hallazgo de la nao Santa María de Colón

El hallazgo de la nao Santa María de Cristóbal Colón sería algo que todo arqueólogo se querría apuntar en su haber. Como se sabe, la nave encalló cerca de tierra, en un bajo de arena y se perdió durante el primer viaje del gran navegante mientras estaba al norte de la Isla Española, actualmente Haití y Santo Domingo. 

En la imagen anterior puede verse una réplica construída a finales del siglo XIX para la exposición internacional de Chicago. No se sabe a ciencia cierta donde fue construido en su día ese buque aunque las investigaciones apuntan a que se hizo en un astillero de Santander (España). Era propiedad de Juan de la Cosa, que iba con Colón en el primer viaje como piloto y cartógrafo. El nombre antes de emprender el viaje era La Gallega.

Barry Clifford, un norteamericano que realiza investigaciones submarinas sobre restos de pecios afirmó en Mayo de 2014 haber encontrado los restos del famoso buque, cerca de la costa norte de Haití. No lejos de allí, en tierra, se encuentran el lugar donde fue construído el Fuerte Navidad con la madera del buque encallado. 

Lo que Clifford encontró fue un montón de piedras similares a las que se usaban entonces como lastre de los buques. Llevaban piedras en el fondo del barco para bajar el centro de gravedad y que el buque no se tumbara o diera la vuelta por acción del viento sobre las velas. 

Muchos arqueólogos marinos han criticado duramente a Clifford por considerar que ha pretendido buscar fama, inversores y cadenas de televisión dispuestas a hacer reportajes sobre el tema sin tener datos fehacientes que puedan corroborar que esos restos pertenecen a la nave de Colón.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que debajo de ese montón de piedras de lastre debería haber madera del fondo del casco del buque. Eso no lo ha aclarado Clifford. Y lo segundo a tener presente es que no puede haber grandes restos ya que Colón aprovechó toda la madera que pudo para construir Fuerte Navidad en Tierra donde dejó una partida de hombres que no tenían espacio en las dos carabelas que quedaban para volver a España.

Mapa de la costa norte de La Española dibujado por el propio Colón. Ahí se puede leer "natividad", que hace referencia al lugar donde construyó el fuerte con la madera de la Nao. Al norte de ese lugar y muy cerca de la costa encalló la Santa María. 

Aparte de todo hay investigaciones anteriores que concluían que la zona arenosa donde Colón encalló fue rellenándose cada vez más y que ahora forma parte ya de la tierra firme de la isla. O sea, que según esto las piedras de lastre halladas por Clifford no podrían ser las de la nao Santa María, sino que serían las del naufragio de algún otro buque que pasara por allí en singladuras posteriores a aquél primer viaje de Colón a través del Atlántico.

El Gran Río del Norte va vertiendo sedimentos en la desembocadura y ganando terreno al mar. Se estima que puede haber ganado dos kilómetros o más desde la época de Colón. Es decir, que los restos de la Santa María estarían ahora en tierra firme. La zona a investigar está localizada. Incluso se han hallado restos del poblado Guaracaní donde vivían los indígenas que ayudaron a Colón y sus hombres a sacar pertrechos del buque. Sería cuestión de que España, en colaboración con Haití, financiara una investigación en esa zona. Parece mentira que eso no se haya hecho hasta la fecha.

Es verdad que se intentó en 1991 y un equipo científico español estuvo preparando la tarea de empezar a retirar tierra de donde se supone están los restos de la nave. Pero una agitación política que hubo en Haití en ese momento obligó a que el equipo abandonara la isla. No regresaron, al menos oficialmente para seguir con aquella tarea. Lo que hay que buscar son vigas de roble, que es de lo que estaba hecho el casco de la nave. El roble es una madera muy resistente y podrían quedar vestigios, aunque la agresividad biológica en esa zona tropical es elevada.

Aunque muy desmantelada por los hombres de Colón para construir Fuerte Navidad, restos de la nao si que quedaron. En una ocasión Colón cuenta como ordenó disparar desde una carabela una lombarda contra los restos de madera de la Santa María para mostrar el efecto al cacique de los indígenas locales que le habían ayudado a llevar los pertrechos a tierra, cacique que entabló una gran amistad con el navegante.

Sea como sea, tenga razón Clifford o no, el hecho es que ha vuelto a sacar a la luz mediática el misterio de donde están los restos del primer buque que cruzó el Atlántico y naufragó en costas americanas. Si se pudiera recuperar lo que era la parte sumergida del buque sería un hallazgo arqueológico de primera magnitud. 

El naufragio de la Nao Santa María fue un grave error de la tripulación. Colón lo achaca a que él se retiró a descansar y el responsable de la guardia nocturna dejó la nave al gobierno de un grumete poco experto en navegar en zona de bajos. De todos modos, fue una imprudencia no anclar el buque en zona segura para pasar la noche. Un barco navegando cerca de una costa desconocida corre un gran peligro y mucho más si ha oscurecido. Y mucho más siendo propulsado por velas, con capacidad de reacción muy lenta ante cualquier imprevisto. 

Colón siempre se quejó de que la Nao, de unos 23 metros de eslora, era demasiado grande para una expedición de exploración como aquella ya que tenía demasiado calado y era mala para costear y maniobrar. Consideraba que los más adecuado eran la carabelas, de más ágil maniobra y menos calado (menos produndidad del casco debajo del agua). 

Colón era un experto navegante como quedó demostrado en más de una ocasión. A mí me resulta inexplicable el exceso de confianza que tuvo al no anclar el buque en zona segura para dejar pasar la noche. Había luna llena y buena mar. Quizás eso les hizo confiar demasiado. También había la máxima marea anual, o sea, que el agua del mar llegaba a su máxima altura.

El barco colisionó con un bajo de arena y quedó allí atrapado. Al haber pleamar máxima anual, la trampa era mortal casi de necesidad. El agua empezó a bajar con la marea y el barco ya no podría flotar. Todos los esfuerzos por sacarlo de su prisión fueron inútiles. Además Colón se queja en su diario de que sus órdenes para ver de liberar a la nao no fueron cumplidas adecuadamente, que no se actuó con la debida celeridad. Él sabía que luchaban con la bajada de la marea. Pero la marea fue más rápida que ellos aligerando pesos del buque y aprisionó al buque contra el fondo. 

El caso es que finalmente empezó a entrar agua a través de las juntas de las maderas y ya fue imposible del todo la recuperación de la nave para que volviera a navegar. Por lo menos pudieron salvar pertrechos, alimentos y municiones así como mucha de la madera que quedaba por encima de la flotación.


Recreación artística hecha en el siglo XIX sobre la construcción de Fuerte Navidad con los restos de la madera de la Nao Santa María


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